martes, 30 de diciembre de 2014

Leones y gacelas

"No sé si en este caso el orden de los factores altera el producto. No tengo muy claro si la primera agresión nos vuelve débiles o si somos débiles y por eso nos agreden. Es como si llevásemos un cartel que dijera “abusa de mí, humíllame”. Como si tuvieran derecho de pernada. ¿no te gustan mis zapatos? Búrlate de ellos. ¿llevo aparato en los dientes? Pregúntame, cada vez que me hagan una foto, si he abierto la boca. Aprovéchate de mí y envíame a hacer el trabajo sucio, o demuestra delante de tus colegas lo divertido que es dejarme en la acera suplicando que al menos me acerques hasta una estación de tren o una parada del autobús para poder regresar a mi casa. Indícame con sorna que no necesito ir a esa clase sobre sexualidad porque mi padre ya me lo ha enseñado todo. Y después, cuando te ofrezca un chicle o un cigarrillo, porque quiero ser amable, quédate con todo el paquete. Y cuando por casualidad haga algo bien, incluso mejor que tu, no olvides recordarme lo mucho que me pavoneo por ello, lo mucho que disfruto; total, para una cosa que sé hacer… y si se te acaban los argumentos, siempre puedes mandarme callar con una bofetada, porque yo no tengo ni idea de lo que hablo. Ahh, por supuesto, no olvides desahogar tus necesidades conmigo. Y puedes invitar a tus amigos. Yo jamás me negaré e incluso te estaré muy agradecida por el hecho de que te hayas fijado en mí. "

http://nemesisenelaverno.blogspot.co.uk/2012/04/leones-y-gacelas.html#more

viernes, 26 de diciembre de 2014

Maldurmiendo

Ayer y antes de ayer hizo un sol espléndido, hoy no para de llover. Desde mi casa tengo vistas a toda la bahía de la ciudad donde vivo. Tengo vistas desde el salón y desde mi habitación, además con orientación sur. Mi habitación está en la boardilla, arriba del salón. Una boardilla con chimenea, de unos veinte metros cuadrados y con vistas espléndidas al mar. Supongo que los inmigrantes españoles que viven en Londres no viven en viviendas de estas características. Es lo bueno de vivir en el culo del Reino Unido, una ciudad fea, pequeña, con poco ambiente… pero barata y con calidad de vida, con paisajes y playas preciosas. Antes de mudarme a esta casa vivía en otra, en la habitación de la boardilla, muy grande y con chimenea también. Me realquilaba la habitación una familia de pakistaníes con la que vivía. Los primeros años de universidad un amigo mío bromeaba conmigo diciéndome que yo iría a vivir en una boardilla en el centro de Madrid y que me dedicaría a escribir novelas vanguardistas. Al final mi primera boardilla era en una casa “patera”, y en lugar de escribir novelas me dedicaba a meterme y sacarme cosas por el ano emitiéndolo desde mi webcam entre otras cosas… Antes de vivir con los pakistaníes vivía en otra casa con tres chicas estudiantes. También con ellas vivía una doble vida, pero me generaba más estrés llevar esa doble vida con la familia pakistaní y eso se reflejaba en mi vida onírica. El bebé jugando con mis juguetes sexuales, un dildo pegado en la pared de la cocina, el padre en mi habitación mientras yo trabajaba y cosas del estilo… Tenía pesadillas de ese estilo a menudo. También que de una manera u otra mi familia se enteraba de cuál era mi verdadero trabajo… Nunca nadie se enteró o quiero pensar. Un día cuando vivía con las estudiantes, me pidieron mi flexo no recuerdo para qué. Se lo di y yo me fui a tomar algo. Cuando volví me dejaron el flexo en la mesa de mi escritorio, donde yo había dejado tres plugins anales de diferentes tamaños y colores. No sé si sabían que era eso, el caso es que siempre  me quedaré con la duda. O quizás simplemente pensaron que eran juguetes sexuales sin más, harían alguna broma, se reirían y punto, pero no sé si llegaron a plantearse que eso no sólo lo utilizaba para mí, sino que era parte de mi material de oficina…

Tengo pesadillas prácticamente a diario, del tipo que sean. Si bien es cierto que desde que dejé el trabajo sexual no suelo tener pesadillas que giren en torno a ello. La temática de mis pesadillas es muy amplia, desde que tengo una entrevista de trabajo y me suceden un montón de cosas por el camino y soy incapaz de llegar, que estoy en el frente en alguna guerra, que me persigue la policía porque he cometido un grave delito o crimen (el cual nunca sé cuál es), que me violan e incluso a veces sueño con que me asesinan o intentan asesinarme. Muchas veces también cuando estoy en la cama y creo que me estoy durmiendo, caigo el vacío o me tropiezo en un escalón y de repente me agito y me despierto. También me cuesta coger el sueño. Si bien es cierto que ahora por el ritmo de vida que llevo tengo tanto cansancio que tardo menos en dormirme que de costumbre. Pero es algo normal para mí estar una hora dando vueltas en la cama hasta que por fin caigo dormida. Alguna vez me cuesta más de una hora, e incluso tengo que salir de la cama, hacer algo para vencer al insomnio y volver a la cama. A veces me despierto varias veces en la noche, y luego vuelvo a dormirme. A veces por lo visto, grito mientras duermo. Casi siempre he dormido sola a lo largo de mi vida, pero cuando alguien ha dormido conmigo en la misma habitación o en la misma cama siempre se han quejado de que doy patadas o que hablo e incluso grito. Teniendo en cuenta lo alterado que está mi sueño, creo que es normal que siempre  me despierte cansada y con dolor muscular, incluso aunque haya dormido las horas suficientes.

Pero sin duda alguna lo peor de todos estos trastornos del sueño es el insomnio crónico. No sé con exactitud el tiempo que fui insomne, pero desapareció  con once o doce años. La angustia de ir a la cama, de ir a dormir. Y yo era incapaz de saber por qué me pasaba eso. Por qué no dormía, daba igual lo que hiciera que me resultaba imposible. Muchas veces daba vueltas por la casa, terminaba en cualquier rincón, o en la habitación de mis hermanos, por lo general en el suelo abrazada a mi oso de mi peluche y sin nada con que taparme. Era de esa manera cuando a veces por fin conseguía dormirme. A la mañana siguiente llegaban los reproches de por qué narices no me dormía en mi cama. Yo respondía que no dormía. Pero daba igual, a nadie parecía importarle que fuera incapaz de dormir como una persona normal. Nadie llegó a preguntarse en mi casa que por qué yo daba vueltas de madrugada o terminaba durmiendo en el suelo. No es en absoluto una conducta normal. Y supongo que eso habrá afectado de una manera importante a mi desarrollo, el que me haya tirado tanto tiempo sin dormir y más a esas edades.


Es una mierda vivir constantemente estresada. Ahora mismo, me encuentro medianamente satisfecha, tranquila y segura con mi vida, y aún así soy excesivamente nerviosa. Creo que si hubiera ido a España por Navidad no hubiera descansado lo suficiente durante las vacaciones, algo que necesito. No tiene sentido irte de vacaciones para estar estresada en lugar de disfrutar y relajarte. Cada vez soy más consciente de mis problemas y de cuál es la causa de todo ello. Me pregunto cómo de feliz sería mi vida una vez trabajadas las secuelas y una vez revelado el abuso a mi familia. Pero las circunstancias no son fáciles, sin dinero para una terapia además en un idioma que no es tu lengua materna, sin tener a personas de apoyo (M, te quiero y te echo muchísimo de menos…)

Espero que no tarde mucho en llegar el día en el duerma tranquila, que abrace el sueño en pocos minutos de meterme entre las sábanas, sin pesadillas diarias, sin gritos, sin despertarme en medio de la noche… Y levantarme al día siguiente descansada, con una sonrisa dándole las gracias a la vida por seguir viva, y no hecha polvo pensando que es un día de mierda más… 

lunes, 22 de diciembre de 2014

Estigma puta, vida precaria y otras heridas.

Desde que he sido  una trabajadora precaria de la industria del sexo me he replanteado muchas cosas acerca de cómo experimentamos el deseo, de cómo se construye, de cómo lo reproducimos… Así como ser más consciente de lo que implica la mercantilización del sexo y lo importante que es esta industria para el capitalismo. También durante estos meses he pensado mucho sobre el concepto de trabajo, así como vivir con una serie de angustias y debates internos por trabajar en esto. Al empezar en esto, apenas lo sabían personas muy cercanas a mí. Luego, poco a poco, fui haciendo frente al estigma, lo fui asumiendo y dependiendo de las circunstancias decía la verdad o me inventaba una ocupación. Finalmente, la gente se sorprende (aunque algunas personas no), pero nadie va a dejar de hablarte o va a dejar la relación que tuviera contigo (por superficial que sea) por tu trabajo. Mi familia no lo sabe ni quiero que lo sepa, ni tiene por qué enterarse.  Aún así, que te pregunten a qué te dedicas, es algo que forma parte de cualquier tipo de conversación cotidiana, y en muchas ocasiones, aunque quisiera, no puedo  (o no debo) decir la verdad. Si en clase de inglés el tema del día es el trabajo, yo mentía; si iba a buscar casa porque quería mudarme, mentía en mi perfil de internet y mentía en las entrevistas con las agencias. Si me preguntaban en la oficina del paro mentía, en mi curriculum mentía, cuando empecé a trabajar limpiando mentía.  

Cuando en la universidad leía artículos sobre los trabajos precarios feminizados, sobre migración y cuidados, sobre trabajo sexual,  no sé si pensaría en que me iría a otro país a servir de interna con un salario miserable y sin contrato, que la cosa saliera mal y que tuviera que prostituirme y que luego estuviera compaginando trabajo sexual con limpieza. Cinco meses estuve compaginando ambas cosas. Trabajo sexual como recurso para hacer frente a la pobreza y a los trabajos feminizados de baja cualificación, trabajos feminizados de baja cualificación como tapadera del trabajo sexual…  Que paradójico resulta todo…Vengo de una familia de “clase media”, católica y conservadora, de padre de profesión liberal y madre ama de casa. A pesar de ello, nuestro nivel de vida ha ido más ligado al de clase trabajadora que al de clase media. Mis padres nunca han podido pagarme clases de inglés, ni de ballet, ni campamentos, ni intercambios y demás cosas que hacen los niños y niñas de clases medias. Mi padre quedó en paro al privatizarse el organismo paraestatal donde trabajaba.  Mi padre tenía una hipoteca y una familia que mantener. Fue consiguiendo algún trabajo, en dos de ellos no le pagaron. Mis padres terminaron de pagar el piso pidiendo dinero a familia y amigos. Después lo vendieron y decidieron invertirlo en un pequeño negocio familiar. El pequeño negocio familiar se fue a la quiebra. Mis padres se endeudaron y no tenían casa propia. Mi padre se fue a otra ciudad a trabajar, con un sueldo por alto que sea mantén dos alquileres y da de comer a cinco personas. Al final nos mudamos todos con mi padre, y luego nos volvimos a mudar… Y luego nos volvimos a mudar... Hasta que llegó un momento en el que nunca sabía que iba a ser de mí en pocos meses, en qué ciudad, en qué colegio iba a estar… Me he criado en la incertidumbre, sin ropa de marca, escuchando en el contestador automático al casero recordándole a mi madre que debe el mes de febrero, marzo, abril, mayo… Nunca he sido clase media, mis padres nunca han tenido dinero para llevarnos de viaje o para comprarse un apartamento en la playa o  hacerse una casa en el pueblo. Esas cosas las hacen las clases medias.  Fregar y chupar pollas no lo hace una chica de clase media. Pero es que en verdad, nunca he sido de clase media.

Algunas personas me decían que buscara otro trabajo porque pensaban que debía ser un trabajo duro para mí. Pero no es así, no por nada, sino porque no me escandalizaba lo que me pedían, ni lo que veía, ni lo que hacía. No me absorbía demasiada energía. Lo que sí me molestaba, es que terminaba reproduciendo una imagen de la mujer y una manera de ver la sexualidad que me asquea, me cabrea, me frustra…  Pero… ¿cuántas veces sin que haya dinero de por medio he fingido orgasmos o me he comportado como una maldita autómata? Muchas. ¿Cuántas veces les he dicho lo que querían oír o he hecho lo que quisieran que hiciese sin que hubiera dinero de por medio? Muchas.

Desde siempre me han llamado puta y yo misma me he identificado como puta. Porque mi infancia estuvo marcada por abusos sexuales; porque en mi adolescencia se iban sucediendo encuentros sexuales esporádicos unos tras otros evitando cualquier mínimo gesto de afecto, algunos encuentros bastante desafortunados en los que tuve que sufrir agresiones. Con 16 años, follándome en la playa al gallito de turno, tuvo la genial idea de penetrarme por el culo sin ningún tipo de dilatación previa, de golpe y hasta el fondo. Creo que mis gemidos de dolor se oyeron demasiados metros a la redonda. A pesar de ello, el seguía, y yo bocabajo me iba arrastrando pero el seguía encima mía. Lo único que conseguí intentado arrastrarme por el suelo con todo su peso encima de mí, fue heridas en las rodillas y rasguños por el pecho.

Otra vez, con 18 años, fue un compañero de trabajo. Quedábamos básicamente para follar, yo salía a las nueve de la noche y el a las diez. Por lo general a la que salía de trabajar me quedaba por los alrededores haciendo tiempo hasta que el salía. Así fue varias veces durante el mes de agosto, luego llegó mi primer curso en  la universidad y dejé ese trabajo por incompatibilidad de horarios. Apenas teníamos contacto, yo al no le interesaba lo más mínimo, y quedamos un día en otoño. Luego, pasaron pocos meses y él me llamó una noche de sábado diciéndome que estaba con un amigo suyo y que quería verme.  Yo, sumisa hasta la médula, le dije que sí. Estaba con una amiga tomando algo, el vino a buscarme con el coche con su amigo. Yo me monté y nos fuimos a su casa. Durante el trayecto él iba conduciendo mientras iba dándole tragos a su copa de whisky. Nunca me he considerado una chica ingenua cuando me las he visto en este tipo de situaciones. Sé lo que hay y lo que puede pasar. Pero no soy ingenua; en todo caso soy sumisa, impulsiva y por tanto, bastante autodestructiva. Fue llegar a su casa y ellos bebían whisky, se metían rayas y fumaban porros. Yo no quería colocarme con absolutamente nada, porque en algún momento de la noche la cosa se podría ir de las manos y lo mejor sería estar sobria.  Empecé a enrollarme con él y nos fuimos a su habitación. El me dijo que por qué no, que se juntara con nosotros su amigo. Yo no quería. El me insistía. Yo no quería. Me dijo que me iba a follar a pelo, por el coño, por el culo. Yo no quería. Y me folló a pelo, por el culo, por el coño. Yo no quería. Me violó. En ningún momento fui incapaz de agredirle para defenderme, estaba asustada. Así que ahí me quede petrificada en su cama, mientras él hacía lo que le apetecía.  Y a mí me gustaba. Mejor dicho, a mi cuerpo le gustaba. Yo estaba asustada, estaba siendo violada pero también estaba excitada. Esto fue la noche de un sábado. El lunes fui con una amiga del instituto a que me acompañara al centro de planificación a por la píldora del día después. Las mujeres que trabajaban allí me atendieron como si estuvieran despachando a un cliente en la línea de cajas de un hipermercado. Me hicieron un estúpido cuestionario sobre mi salud, me dieron la píldora, unos folletos sobre enfermedades de transmisión sexual, y les faltó poco para meterme una patada en el culo y echarme a la calle. Ni un mínimo de consideración conmigo. Que si la próxima vez que quiera echar un polvo y no tengo condón que me aguante. Yo allí, con mis 18 añitos, había sido violada y lo único que sentía era un sentimiento de culpa enorme. Ni siquiera era consciente de que me habían violado, eso sí, no era más que MI CULPA el llegar hasta allí para que me dieran la maldita píldora. No me informaron en absoluto de cómo la píldora del día después altera tu ciclo menstrual, de los síntomas que puedes tener al tomarla. Ese mismo día tras tomarla noté unos dolores en mi tripa. Estaba en la biblioteca, me marché a mi casa en autobús porque la distancia de quince minutos andando hasta mi casa me resultaba imposible caminarla con esos dolores en el vientre. Me leí los folletos donde decían que los dolores en el vientre pueden ser síntoma de una ETS. Yo estaba asustada, pensé que tendría algo. No sabía que hacer. Al día siguiente los dolores seguían. Pensé que si estaba enferma tarde o temprano mis padres se enterarían, así que fui al médico con mi madre. Lo que tenía eran gases, sólo gases, pero los peores gases que he tenido en mi vida. Yo no le dije nada a mí médica sobre la píldora porque mi madre estaba delante.

La primera vez que me defendí de una agresión tenía 19 años. Era una noche de verano, donde me fui con un tío a enrollarnos a un portal.  Todo iba bien, hasta que me dio la vuelta, me aplastó contra la pared y  me penetró por el culo, también de golpe y sin dilatación previa. No sé ni cómo esta vez mi reacción fue darme la vuelta, agarrarle del cuello y empujarlo sobre la pared. Empecé a estrangularle, fuerte, veía terror en sus ojos. Tenía yo la sartén por el mango, el poder y él el miedo. Desde esa noche empecé a darme cuenta de que las mujeres podemos defendernos.

También he sido puta porque me he acostado con hombres casados o con novia. Qué cosas, nadie de mi entorno me ha reprochado mi actual trabajo, sin embargo sí que he cometido una gran falta cuando he sido la “otra”, hasta compañeras de facultad supuestamente críticas con la monogamia y el amor romántico me echaban en cara que qué narices andaba haciendo manteniendo ese tipo de relaciones. Nadie de mi grupo de amigos en este nuevo país cambió la relación que había conmigo por saber cuál era mi trabajo, eso sí, si en un momento dado sale a la luz que he tenido sexo con un amigo el cual lleva diciesiete años casado con otra amiga, lo más probable es que el grupo se desintegre y yo sea la que acabe peor, el chivo expiatorio. Sola y sin amigos, por puta.




domingo, 14 de diciembre de 2014

Llevo mucho tiempo sin publicar nada en el blog. La verdad que llevaba años sin tener una vida tan ocupada. Entre estudios y trabajo no tengo tiempo para mí. Me levanto a las 6.45 de la mañana y algunos días no paro hasta las 9.30 de la noche. Los fines de semana los tengo libres, es la primera vez en años que no disfruto de fines de semana libres. Pero… pon lavadoras, haz la compra, limpia la casa e intenta descansar. Al final los fines de semana son dos días para hacer labores domésticas y parasitar en el sofá. Allá quedaron los fines de semana de salidas nocturnas y borracheras, aunque tampoco los echo mucho de menos.

Vivo en el país de la música electrónica y las drogas sintéticas, en el país de castillos centenarios y con playas y paisajes increíbles. Pero… ay, qué pena, la mayoría de mis encuentros sociales son en pubs que me interesan más bien poco. Y la política, que fue de la política…

Después de un año en el que me he mudado en cuatro ocasiones, en el que he sido trabajadora sexual, en el que en cuanto solucionaba un problema salía otro… Ahora tengo una vida normal, aburridamente normal. No es que quiera problemas, en absoluto, pero tengo una rutina profundamente aburrida. Y el aburrimiento termina castigando de alguna manera tu estado de ánimo. Alguien podría decirme que me apunte al gimnasio, o que empiece con alguna actividad… No tengo tiempo, no tengo. Soy estudiante a tiempo completo y con una jornada laboral de 26 horas repartida en tres sitios diferentes y con tres horarios diferentes. Lo bueno de ello es que aunque tenga un salario miserable no tengo tiempo para gastar dinero.

Qué bonita es la juventud… El tiempo pasa, me queda prácticamente un mes para cumplir los 26, y me agobia mi estado permanente de soltería y el que apenas haya viajado. A veces la gente me pregunta si tengo hijos, si estoy casada o si tengo novio. Y mi respuesta es no. En absoluto me planteo la maternidad (por ahora) y mucho menos el matrimonio. La gente se queda perpleja a veces cuando digo que estoy soltera.

-          Do you hace childrens?
-          No
-          Are you married?
-          No
-          Do you have boyfriend?
-          No
-          Well,no yet…

Pero más perpleja se queda la gente cuando no respondo simplemente un no

-          I´ve never had a relationship….
-          Really?

Entonces es cuando la gente se piensa que vengo de otro planeta…

Cuando estuve en España este verano mi madre me andaba comentando cosas que le gustaría hacer en mi habitación, que quizás haya que comprar una cama de matrimonio, porque dentro de nada yo tendré una relación, me casaré, tendré hijos…

La gente se inquieta y se empieza a preocupar cuando ven que nunca he tenido una relación. Algunos pensarán que soy frígida, o lesbiana o una enferma sexual. El problema está en que yo también me inquieto y me preocupo cada vez más por mi soltería... 




miércoles, 13 de agosto de 2014

Vulnerabilidad

Hay días que estoy contenta, porque ahora vivo en una casa preciosa y con compañeros agradables, porque tengo un trabajo que no me da quebraderos de cabeza, porque es verano y hay días que el tiempo es muy bueno y vivo al lado de unas playas preciosas. Pero hay días que bajo de mi nube y me mentalizo de la realidad que me ha tocado vivir.

Un buen amigo que tengo aquí, me dice que a mí me va ir bien. Que tengo todo lo necesario para llegar al éxito porque soy joven, guapa y lista. Pero las cosas no son tan sencillas, y por mi situación tengo más de vulnerable que de joven, guapa y lista. Porque soy inmigrante, porque soy mujer, porque soy trabajadora precaria de baja cualificación, porque no tengo buena salud mental, porque soy joven, porque soy guapa… La belleza puede traerte cosas muy malas…

A veces tengo miedo, tengo miedo de verme de nuevo en una situación económica complicada, de tener que recurrir de nuevo al trabajo sexual y en malas condiciones. Sé que tengo las herramientas necesarias para ir saliendo de las adversidades, soy consciente de mi autosuficiencia, que puedo salir adelante sin tenerle que pedir ayuda a nadie.  Pero esa autosuficiencia que también es soledad en ocasiones me abruma. Muchas personas ante problemas económicos recurren a la pareja, a la familia. Yo no puedo recurrir a nadie.

Estos días me siento destemplada. Mi cuerpo me pide descanso y ambiente cálido. Me siento destemplada entre otras cosas porque dentro poco estaré en España. Y no quiero. No quiero ir a mi casa. En menos de una semana estaré en España, viviendo, comiendo y durmiendo pared con pared con mi abusador. Apenas he tenido contacto con él los últimos meses,  y con mi familia en general.  Me produce escalofríos hablar con él por Skype, y aún así me es imposible concebir en un única persona al bueno y al malo. La primera vez que fui consciente de lo que me había hecho, del daño que a mí me ha causado, fue hace más de dos años cuando me dejó en la estación de autobuses para coger el autobús que me llevaría de nuevo a Granada, donde yo me sentía segura, lejos de mi hogar. Estábamos solos en el coche y yo me mostraba con mucha frialdad. Discutimos algo para variar, pero fue en ese momento cuando me di cuenta por primera vez que EL, era EL, el que me ha destrozado la vida. Fue en Granada la primera vez que viví lejos de mi familia, y donde por casualidad, buscando bibliografía para un trabajo de la carrera, me topé con las secuelas del abuso sexual infantil. Empecé a devorar información, a seguir buscando, todo tipo de publicaciones, documentales, tesis doctorales, me obsesioné, y fui recordando algunas cosas, reconocer mis secuelas, aceptar que no sólo he sido víctima de abusos sexuales en mi infancia por parte de un familiar, sino que estoy aquí y puedo verbalizarlo, que soy una superviviente. Y el estar lejos me ayudó a tomar distancia y verlo con otros ojos.

Me queda mucho camino por recorrer, me queda mucho por sanar, y soy consciente de que por mi situación actual tengo un camino complicado, pero también soy consciente de que soy una persona fuerte, porque siendo niña viví durante años en el infierno,  y si bien eso ha derivado en múltiples problemas porque no me he criado en un entorno seguro, también yo misma he tenido que arreglármelas como podía desde que era pequeña.






lunes, 21 de julio de 2014

Bye, bye sex work

Empecé hace dos meses a trabajar en una empresa de limpieza. Limpio básicamente en casas rurales y de vez en cuando en casas. Hace menos de un mes empecé a su vez en otra empresa de limpieza donde limpio en dos oficinas y en un colegio, así como alguna que otra hora extra en viviendas. Ahora soy feliz tras haber tomado la decisión de acudir al training de la primera empresa donde empecé. Me apunté al paro para ponerme las pilas y buscarme un trabajo “normal”. No podía estancarme con la webcam por varios motivos.

-          Si tengo intenciones de estar aquí por más tiempo, necesito ir haciendo curriculum

-          Un trabajo que se desarrolla entre las cuatro paredes de tu habitación te cierra a conocer gente nueva y nuevos lugares.

-          Con la webcam tengo un contrato de arrendamiento de servicios, en el que se detalla que todos mis derechos de imagen son propiedad de la empresa para la que trabajo. Pero mis derechos de imagen no me pertenecen a mí, y no tengo derecho laboral de ningún tipo. Soy una trabajadora alegal, la empresa que trabajo no me brinda ni un mínimo de seguridad laboral y sin embargo ellos se lucran con todo lo que genero.

-          Eres una especie de “freelance” porque eres tu quien escoge los horarios y qué decides hacer con el cliente, pero lo que parece algo muy cómodo y de libre elección, al final resulta en un trabajo de lo más esclavo. Los horarios los elijo yo bien, pero hay más tráfico de clientes tras después de comer, la tarde, la noche y los fines de semana, es decir, tu horario laboral se centra en el espacio de ocio de la mayoría del resto de la gente. Así que mientras tus amigos se están tomando unas cervezas, tú estás trabajando, y da igual que sea festivo o que sea de noche que el precio por minuto vendido es el mismo. Es un trabajo que en poco tiempo satura mucho, así que los descansos entre sesiones tienen que ser largos. Si por ejemplo trabajo cinco horas en un dia, hago al mediodía una horita, luego a la tarde otras dos, y a la noche otras dos. Si pretendes hacer cinco horas del tirón como lo podrías hacer en un trabajo normal, aquí es imposible. Es agotador tener a decenas de clientes a lo largo de un día tratándome la mayoría como la mierda.  Y sí, yo elijo con quien cliente quiero estar o que quiero hacer, pero si en verdad hiciera siempre lo que me apeteciera en el momento, se me irían la gran mayoría y no vendería, y si no vendo, no gano, y si no gano no tengo con que pagar el alquiler y ni con qué llenar la nevera.  Mi sueldo era exclusivamente por comisión, no tenía nada fijo. Con otros trabajos cuando termina tu jornada laboral te olvidas de él, con éste siempre andaba con preocupaciones típicas de los autónomos, con la diferencia de que yo sólo me quedo con la quinta parte de lo que genero.

-          Con la webcam gano lo mismo que limpiando. Yo gano en euros pero donde vivo la moneda es la libra esterlina. La libra está por encima del euro, y al margen de eso, aunque aquí hubiera euros, al final es un salario normal el que ganas. Me he estado auto engañando a mi misma con respecto a mis ganancias, mintiendo también a mi entorno diciendo que ganaba más de lo que en realidad ganaba. Pero es normal, necesitaba escudarme en algo de cara a los demás. El trabajo sexual está mal visto, y si encima resulta que ganas lo mismo que en un trabajo de baja cualificación, la gente no le ve el sentido. De ahí también la mentira de que en el trabajo sexual se gana más que en otros trabajos. La desigualdad económica también se da en las putas. Están las putas de primera categoría (las que te defienden que su trabajo es lo más de lo más)  y luego están las putas explotadas, como era mi caso.  

-          Mis orgasmos y mi placer eran capital. No recuerdo la primera vez que me masturbé, es algo que llevo haciendo todo la vida, y con lo que siempre he disfrutado, nunca me he avergonzado y me ha permitido conocerme mejor a mí misma. Con este trabajo, algo tan íntimo, agradable y excitante como la masturbación se convirtió en algo mecánico, en un guión gonzo, en el que muchas veces me corría de verdad, pero no para mí, sino para otros, para los que me consumen como producto como para aquellos que se enriquecen conmigo.  


He estado todo este tiempo auto engañándome a mí misma, escudándome en este trabajo cuando sin duda alguna probablemente sea el trabajo en el que he tenido peores condiciones de todos los trabajos que he tenido a lo largo de mi vida. Me sirvió en un momento dado, y al final, aunque me haya costado lo mío, lo he dejado. Todavía estoy que no me lo creo, y a veces pienso en por qué no conectarme aunque solo sea de vez en cuando. Pero no, los pocos ingresos que generaría conectándome ocasionalmente no me sacan de pobre, y por fin podré decir adiós a miles de clientes que odiaba que han pasado por mi sala. 

Fuck off losers


domingo, 29 de junio de 2014

Cobardes

En el trabajo sexual hay humillación y violencia, pero como en todas las malditas partes. Estuve ayer con este cliente y no pude evitar guardar la conversación. 

esclava a peter : olaa
peter: que tal zorrita
esclava a peter : peter
peter: como estas
esclava a peter : muy nien
esclava a peter : tu??
peter: bueno
peter: bien
peter: no es que seas muy guapa
peter: pero bien
peter: espero que seas zorrita para compensar
esclava a peter : no te gusto??
peter: las he visto mejores
esclava a peter : lo dices por picar supongo
peter: enseñame las tetas guarrra
esclava a peter : aunque si te soy sincera
peter: vamos
esclava a peter : mi autoestimano depende de lo que me diga un tipo por aqui sabes??
esclava a peter : siempre tratas asi a las mujeres??
peter: dejate de rollos
peter: enseñame las tetasa
esclava a peter : por eso si follas sera solo pagando
peter: a las que les gusta que les den caña como a ti si
esclava a peter : una cosa no quita la otra
peter: enseñame tu culo
peter: a ver si consigues que se me ponga dura
peter: vamos
peter: hasta el fondo
peter: bien adentro
peter: vamos
peter: follate el culo
esclava a peter : no soy una maquina
peter: vamos
peter: cojonudo
peter: ahora lo vas a sacar y te lo vas a meter en tu boca
peter: vamos
peter: chupalol bien
peter: que tal
peter: esta bueno eh
peter: sabe a tu culo
esclava a peter : si
esclava a peter : muy rico
esclava a peter : me gusta mi culo
peter: te gusta que te humillen verdad
esclava a peter : lo que no chuparia nunca seria tu polla
peter: como cuando ereas pequeña
peter: verdad
esclava a peter : y a ti que te pasa por ir asi co la peña??
peter: recuerdas cuando pajeabas a tu padre
peter: te gustaba verdad
esclava a peter : supongo que tu lo harás con tu hija
esclava a peter : por que si no me explico a que viene ahora todo esto
peter: dimelo
esclava a peter : no le veo gracia ninguna al abuso sexual infantil
fulanito del portal Marca Blanca ha entrado!
peter: cuentame como lel hacias las pajas
peter: vamos
fulanito: hola
esclava a fulanito : hola
esclava a peter : te ponen las niñas??
fulanito: tengoganas de que me la mames
esclava a fulanito : ah si??
jose ha entrado!
peter: me pones tu
esclava a jose : hola jose
fulanito: si
peter: cuentamelo
jose: hola bombom
esclava a peter : vaya
jose: no tienes micro?
peter: no te acuerdas de su polla
esclava a peter : pues antes me has dicho que no te gustaba
esclava a peter : que te parecia fea
fulanito: porque no sacas un juguetes y te lo comes como si fuera mi rabo
jose: e
fulanito: y yo me pajeo mientras te miero
peter: cuentamelo
peter: vamos
esclava a peter : te excitan esas cosas??
peter: cuando se la chupabas
jose: xaooo
jose ha salido!
esclava a fulanito : como estas
esclava a peter : te pone cachondo abusar d emenores??
peter: me poline cachondo abusar de t
fulanito ha salido!
esclava a peter : o fantasear con ello??
peter: ademas te gusta
peter: y que te de caña
peter: a que si
esclava a peter : no
esclava a peter : no me gusta
esclava a peter : me parece un atentado al os drechos humanos
peter: tu lo sabes
peter: y yo lo se
esclava a peter : por que haces estas cosas??
esclava a peter : te estoy haciendo preguntas
esclava a peter : podrias contestarñas
peter: estas cachonda
peter: verdad
esclava a peter : no
esclava a peter : obvaimente no
esclava a peter : primero porque estoy trabajando
peter: pues follate el ojete otra vez
peter: hasta que lo estes
peter: vamos
esclava a peter : y segundo porque eres uno de los clientes mas desagradables que he visto por aqui
peter: vamole p follate el ojket
peter: follate el ojete
peter: para mi
peter: vamos
esclava a peter : por que iba a hacerlo??
esclava a peter : dame razones
peter: porque te gusta que  te traten mal
peter: y que te den ordenes
josefrancalo44 ha entrado!
peter: vamos
esclava a peter : si, pero mientras sea un juego
esclava a josefrancalo44 : hola jose
peter: hazlo ya
esclava a peter : y tu has roto las reglas del juego desde el principio
peter: vamos
peter: hazlo
peter: tu y yo sabemos que estas cachonda
peter: follate el ojete
guilleaf95 del portal Sexole ha entrado!
josefrancalo44 ha salido!
peter: pero ya
esclava a peter : no lo esttoy
guilleaf95 ha salido!
peter: esclava
esclava a peter : no estoy cachonda
ian.snow ha entrado!
esclava a ian.snow : hola guapo
peter: pues yo te voy a ponner
peter: follate el cuño
peter: culo
peter: vamos joder
ian.snow: hello sweety
sweety hola
peter: follatelo ya
esclava a peter : ah si es como excitas a una mujer??
ian.snow: you look very pretty bbe
te ves muy bonita bbe
peter: vamos
ian.snow: how are you
cómo estás
esclava a ian.snow : thank you
peter: metetelo o me largo
esclava a ian.snow : good
peter: y no quieres que me vaya
esclava a ian.snow : and you?
peter: tu lo sabes
peter: vamos
peter: hazlo ya
ian.snow: im great thank you
gracias gran im
esclava a peter : me da un poco igual
esclava a peter : hay cosas wu eno tolero sabes??
peter: tu sabes que quieres hacerlo
peter: hazlo ya joder
esclava a peter : y tu eres un cobarde entrando por aqui con un nik y punto
peter: sabes que me ire
peter: vamos
esclava a peter : diciendo la cantidad de burradas que acabas de solatr
peter: hazlo ya
esclava a ian.snow : are you horny??
ian.snow ha salido!
esclava a peter : yo sin embargo doy la cara
esclava a peter : y a los machitos como tu
peter: joder qa yue te folles
esclava a peter : no tengo miedo
esclava a peter : ninguno
peter: no quiero  darte miedo
peter: quiero que te folles
esclava a peter : como que no??
peter: y correrme
esclava a peter : con todas las burradas que estas soltando
peter: vamos
peter: hazlo
esclava a peter : tu la tiens dura??
peter: vamos
peter: si
peter: haz que me corra
peter: lo estas eddeseando
esclava a peter : crees que tengo cara de esatr desenadolo??
peter: tu sabes que si
peter: hazlo ya joder
peter: vamos
peter: levantate
esclava a peter : no tinees ni puta idea
peter: vamos gatita
peter: ves
guilleaf95 del portal Sexole ha entrado!
guilleaf95 ha salido!
esclava a peter : me rio de ti
peter: al final te hice reir
esclava a peter : no
esclava a peter : me rio de ti
peter: haz que me corra gatita
esclava a peter : es diferente
peter: vamos
peter: dame lo que quiero
peter: vamos
esclava a peter : asi no vas aconseguir nada
peter: como lo consigo
esclava a peter : porque no me pones tu tu cam??
peter: quiero correrme contigo
esclava a peter : pero me la suda ver tu polla
peter: no tengo cam
esclava a peter : yo quieo verte la cara
esclava a peter : de donde eres??
peter: yo quiero verte el ojete
peter: vamos
peter: o me largo
peter: hazlo
esclava a peter : te he echo una pregunta
esclava a peter : de donde eres

peter ha salido!


lunes, 2 de junio de 2014

La hipersexualización de las niñas y demás delirios de la época postmoderna.

Hace unos días ha estado circulando por las redes sociales peticiones para que Carrefour retire unos bikinis con foam de la talla 9 hasta la 14. ¡Es un escándalo que las niñas lleven relleno! Es la alarma general que ha suscitado en las redes.No entiendo muy bien por qué precisamente ese bikini de Carrefour es un escándalo, teniendo en cuenta todos los dispositivos que operan para hacer de las niñas objetos sexuales y princesitas sumisas.

Aún así las cosas son más complejas como para quedarnos en un simple ¡Es un escándalo que las niñas lleven relleno! Para empezar hay mucha diferencia entre una niña de 9 años y una de 14, en el caso de la de 14 tiene ya más bien poco de niña. Una niña de nueve años directamente no tiene tetas. ¿Por qué habría que taparlas sea con foam/relleno o sin él? ¿Por qué esa niña una vez desarrollada o bien debe taparlas o bien debe ensañarlas?Las mujeres deben esconder su cuerpo obsceno, pero por otro lado deben exhibirlo, operarlo, realzarlo, depilarlo…

Cuando era niña yo iba con las “tetas” al aire a la piscina y a la playa. Con 10 años yo no tenía pecho, pero el pezón ya no era una piel lisa sino abultada. Aún así yo iba en “topless” avergonzada porque las niñas de mi edad iban con bañador entero o con parte de arriba. A mi madre la parecía terrible que las niñas de mi edad fueran con bikini. Ahora si se enterara de que hago topless y nudismo creo que la daría un pasmo.Mi madre me estuvo vistiendo de niña aunque mi cuerpo ya no lo fuera. Recuerdo una boda de un primo de mi madre donde yo tenía once años. Iba con un vestido de nido de abeja azul con florecillas amarillas, sin mangas y con dos lazos grandes amarillos a los hombros. Con once años yo tenía una 85B de pecho, unas tetas más que visibles porque el nido de abeja se ajusta al cuerpo. El vestido sin mangas dejaba al aire mis pelos del sobaco. Obviamente yo me sentía un muñeco de feria. Mi cuerpo era más de mujer que de niña aunque mi madre siguiera imponiéndome una ridícula estética infantil. Me daban vergüenza mis pelos del sobaco, pero mi madre no me dejaba quitármelos. Ahora me tiene que venir a recordar de vez en cuando que por qué no me los quito.

Niñas que juegan a ser mujeres, niñas que se las impone ser mujeres, niñas que tienen más de mujer que de niña, mujeres que juegan a ser niñas…


jueves, 29 de mayo de 2014

lunes, 5 de mayo de 2014

Yo puta y tu camello.


Me he despertado cansada, como otras tantas veces. He mirado el móvil, a sabiendas todavía que no iba a ver ningún mensaje tuyo, ni tampoco ninguna llamada. Tengo miedo, tengo miedo de que me olvides y me dejes. Muchas veces mantengo la esperanza porque al final me contestas, y quedamos para vernos, y estoy a gusto contigo. Pero el miedo no se va. El miedo permanece en los riñones, en la parte alta de la espalda, en la boca del estómago, en la cabeza… Me siento cansada y con escalofríos. Aquí me siento muy sola, como tantas veces. Da igual que viva en el extranjero a que viva en mi país, me siento muy sola. Y yo quiero pasar más tiempo contigo, abrazada a ti en la cama, compartiendo noches, escuchándonos.

Me da miedo. A veces pienso que no tiene por qué salir mal como otras veces, porque tú no tienes novia y porque me aceptas tal y como soy aunque te siga sorprendiendo. La última vez que nos vimos fue hace ya casi dos meses. Te ví un poco agobiado, porque te avisé con poca antelación y llegué con una mochila con demasiadas cosas. Y me dijiste

-         -  Si me hubieras avisado antes, podría haberme organizado de otra manera. Tengo cosas que hacer.

Te avisé el día de antes que iba a verte, y si no te lo dije con más antelación fue porque mis anteriores mensajes no los habías respondido, y a mí  me quedaba la duda de si querías volver a verme. Pero todo esto no te lo dije, me quedé quieta en la cama, mirándote y sonriendo, sin decir nada, pero estaba asustada. Estabas poniendo tú los límites, y yo no sabía nada acerca de ellos. Nunca lo he sabido. No entiendo de relaciones.  No sé que rondaría por tu cabeza al verme sentada, sin saber decir nada, sólo sonreía manteniendo una postura coqueta. Pero dentro de mí me agitaba el miedo. Y me dijiste

-          - Otra cosa que te tengo que decir. Tú a mí me gustas, pero haz tu vida.

Entonces si que me quedé petrificada. Tenía unas ganas inmensas de llorar pero me las comí por dentro. No sabía que responder, yo seguía sentada y sonriendo.

-          - Bueno, qué quieres hacer.

Entonces contesté, en ese momento no sabía decir otra cosa.
-         
-        - Follar.

Y te reíste, y me miraste con esa cara tuya de sorpresa gratificante, no era la primera vez que me mirabas de esa manera. Después de follar me quedé callada con la mirada perdida clavada en la lámpara del techo. Pensaba en lo que me habías dicho y sólo tenía ganas de llorar. Quería levantarme para ir al baño y encerrarme para llorar y autolesionarme. Pero no podía levantarme de esa cama, no podía parar de mirar la lámpara del techo. Rompiste el hielo diciéndome algo que ni recuerdo, ya que notabas que estaba pero sin estar. No te hacía caso. Me sentía desprotegida. Me preguntaba que hacía yo en ese momento contigo. Me preguntaba por qué poner límites al cariño. Me preguntaba por qué yo te gustaba.

Cuando nos conocimos pensaba que eras tú el que quería más de mí. Me agobié los primeros días, no estoy acostumbrada a pasar mucho tiempo a solas con la misma persona. Yo estaba flotando contigo,  me dejé llevar. No había angustia ni preocupaciones, todo iba rodado. Hasta que empezaste a poner límites. Y empecé a asustarme. Empecé a pensar que sería posible que la relación se enfriara, que incluso no quisieras volver a verme. Pero yo no quiero que eso pase. Sueño muchas veces contigo, sueño que te busco y al final te encuentro.

Pero hoy no, hoy no te he encontrado. Pensaba que iba a estar contigo y aquí estoy, sola en casa. Mirando el mar por mi ventana, viendo cómo pasan las horas mientras fumo y bebo café. Pero no sólo pasan las horas, pasan los días, las semanas, los  meses… Y se van acumulando las colillas en el cenicero, las botellas vacías de sidra, la bolsita de marihuana se va vaciando… Y yo me consumo por dentro. El vacío interior se expande y te va aniquilando.

Muchos no entienden que hago contigo. Yo me pregunto qué hago yo con ellos. Por qué tanta gente de mí alrededor aunque se consideren de izquierdas son tan jodidamente clasistas. Me da igual que me saques trece años y que te dediques a trapichear con drogas. Me gusta estar contigo porque respetas mi trabajo y no me juzgas, respetas mi cuerpo, mis tiempos… Sabes cuándo tienes que parar si me viene un flashback sin que te lo diga, sabes respetar mi silencio… Me conoces en definitiva. Aunque digas lo contrario.

La segunda noche de estar juntos te revelé mi secreto. Y me dijiste que ya lo sabías, que te habías dado cuenta. A raíz de eso me pregunto si es que acaso llevo la palabra incesto tatuada en mi frente. Pero esa noche no sé qué pensaría sobre lo que me dijiste, ya que llevábamos demasiadas horas encerrados en mi habitación comiendo pastillas de MDMA.

La noche que nos conocimos era luna llena. Había energía positiva en el ambiente. Yo estaba algo contenta por todas las cervezas que llevaba en la sangre, contoneaba mi cuerpo embutido en ropa ajustada, corta y colorida. Y entraste tú, y me miraste. Me mirabas fijamente. Me gustaste pero había algo de ti que no me cuadraba. Finalmente te acercaste tú. Resultaste ser español. Me gustó tu delicadeza. Percibía que te gustaba, pero no hubo ni piropos, ni proposiciones indecentes… Simplemente una conversación fluida sobre nosotros. Terminé yéndome contigo a terminar la fiesta en una casa. Hubo algún momento de desconfianza, y me preguntaba si había hecho lo correcto, si era oportuno irme a un lugar que desconocía con tres hombres que no conocía y con demasiadas drogas alrededor. Pero la vida tiene riesgos y hay que asumirlos. No era la primera vez que hacía eso y muchas veces no terminó bien. Pero sí, al final todo resultó bien. Y nos quedamos prendados en nuestra borrachera de amor de MDMA. Y pasamos los siguientes cinco días juntos sin apenas separarnos el uno del otro. A lo largo de la noche me preguntaste a que me dedicaba varias veces, y yo te respondía con desdén y coquetería que a mis labores. Cuando llegamos a la casa,  finalmente a tu lado estaba a gusto. Sabía que estaba en un lugar seguro, que no iba a tener ninguna experiencia desagradable esa noche. Tras tomarme una pastilla, empecé a contonear mis caderas con un movimiento rítmico, a ver lo que había en mi alrededor con otros ojos. Todo en ese momento era bello y repleto de buena energía. Mis caderas se iban moviéndo cada vez más rápido, y de repente tiré hacia abajo mi camiseta para dejar mis pechos libres, tiré hacia abajo mis medias para dejar mi coño libre. Ahí estaba la primera vez que vi tu cara de sorpresa, mirándome… Tu amigo se acercó
-          
-     - Mmmmm… nice boobs.

Y las tocó.
-          
          - I´m wet…

Y también me tocó. Pero corté con un no.
-           -No.

Le dije
-         
          - I prefer with him

Y ahí estaba él a mi lado. Mirándome con los ojos bien abiertos. Le besé. Y se apartó rápido, riéndose.
-        
- -      -She has bit me.

Le dijo a su amigo.

Finalmente nos fuimos a mi casa. Pasamos horas besándonos y acariciándonos en la cama. Escuchando música. El estaba tranquilo, me miraba mientras yo no paraba de dar vueltas por la habitación, pasando por varios estados diferentes. Prefería hablar en inglés. De repente me excitaba, gemía, me contoneaba, me frotaba con las paredes, chupaba sus dedos, o acariciaba su pecho con mi melena. Luego pasaba a balbucear, a canturrear sonidos, a hacer movimientos repetitivos. “Nananananana….” “Cucú, tras. Cucú,tras.” “Ven a la cueva, ven a la cueva”. De repente me iba, me abandonaba del todo, y no sé qué pasaba por mi cabeza pero sólo era capaz de arrancarme el pelo y de hacerme desgarros en la piel con mis uñas.
-          
     - Creo que estás en el top 10 de las personas más locas que conozco.

A ratos podía estar con normalidad, pero me volvía a ir… la cabeza se me iba, volvía a ser la mujer de cuerpo voluptuoso que derrama sensualidad, o la niña pequeña que quiere jugar, o la loca demente que se autolesiona. Iba alternando a cuatro personas diferentes dentro de mí. Iban y venían, no podía controlarlo.  Mis ojos enormes y desorbitados, mis dientes castañeando sin parar y mi coño mojado. Y el mirándome. Y hubo un momento que quería irse, luego me dijo que llegó asustarse de mí. Le dije que no, que se quedara. Se quedó conmigo, no podía dejarme en ese momento, no tenía ningún tipo de autocontrol sobre mí, no podía quedarme sola.

Te quedaste conmigo. ¿Te volverás a quedar?



jueves, 1 de mayo de 2014

Spanish people by the world


Llevo ya siete meses viviendo en Reino Unido y si hay algo que más detesto en este país es que está lleno de españoles. Tengo la suerte de vivir en una ciudad pequeña, así que el volumen de migrantes españoles no es comparable con el de otras ciudades como pueden ser Londres o Bristol. Pero, si hay gente que viene para acá y se siente como en casa porque vive inmersa en una comunidad de españoles, y se lo pasa pipa saliendo con españoles, y viviendo con españoles… A mí me chirría. Es algo de lo que intento huir y es que no hay escapatoria.

La mayor parte de la poca gente que conozco son españoles, aunque por lo menos siempre he tenido claro que no quiero vivir con españoles. He vivido ya en tres casas diferentes aquí  y nunca con españoles. Mi círculo de amistades si ya era pequeño hace unos meses ahora en lugar de crecer se ha ido haciendo más pequeño… Bien es cierto que al trabajar en casa no tengo espacio de socialización laboral, y en las clases de inglés las pocas personas que me han llamado la atención tienen demasiadas obligaciones (matrimonio, jornadas intensas de trabajo..) como para irse con una veinteañera a tomar pintas. Yo pensé en su día que qué suerte tenía al no haber ningún español en mis clases de inglés, hasta que empezaron las clases del segundo trimestre…y voilá, españoles. Se piensan que porque hemos nacido en el mismo maldito país es obligación que una vez fuera tenga que quedar contigo. Quedaré contigo si veo que congeniamos seas de donde seas.

Aquí amistades lo que se dice amistades no tengo, tengo colegas, con los que comparto el tiempo libre. Pero no tengo a personas de confianza con las que vivir, reír, llorar, gozar y cuidarnos. Y eso a veces resulta triste. Pero más triste me resulta la hipocresía de la comunidad de españoles. Quizás entre ellos estén bien, es posible, pero amigos, yo no, no estoy a gusto con vosotros. Ya llevo muchos meses y no, las relaciones no fluyen. Sí, yo soy la rara del grupo, la que trabaja haciendo porno y no en hostelería;  la que llegó sola sin pareja y sin amigos, con cuatro duros y encima la echaron y se quedó sin casa y sin trabajo; la que habla con los borrachos autóctonos tratándolos como iguales, la que no recibe ayuda económica familiar de ningún tipo; la que no quiere visitas de su familia; la que no desea volver a España cuanto antes ni de visita, la que prefiere muchas veces quedarse en casa que salir a tomar cerveza a bares que no le gustan para hablar de estupideces, la que no tolera comentarios paternalistas…

Ya está bien de que me digan que es lo mejor o peor para mí. Mi trabajo es una mierda sí, pero gano más que ellos trabajando menos horas que ellos, y encima muchas veces me gusta mi trabajo.  Ya está bien de que me digan que qué hago hablando con ese tipo que va tan colocado, qué clases de inglés debo elegir, qué tenga cuidado si me voy con un chico cuando ya va terminando la noche… Creo que ya van conociéndome y se van dando cuenta que no he nacido ayer, pero su jodido mundo de algodón de azúcar me chirría.

Exiliados nos llaman desde algunos medios progres o incluso desde plataformas como Juventud sin futuro. Somos inmigrantes, no exiliados, creo que no es exactamente lo mismo. Pero aquí no vengo ahora para discutir de qué termino es más adecuado, sino para decir que no me siento dentro de la comunidad de “exiliados españoles”. Tampoco me siento representada por la Marea granate. Quizás sin crisis yo también me habría largado aunque desde luego que no en las mismas condiciones. No me siento representada porque cuando llegué una de mis tareas era fregar retretes y no se me caen los anillos por tener un título universitario y pasar mucho tiempo con una fregona entre mis manos. La mayoría de la gente que se marcha son jóvenes de clase media y con estudios universitarios. Los hay que en España no han trabajado en su puta vida y llegan aquí y resultan que tienen que fregar. Y les jode porque tienen estudios. Puro clasismo.


miércoles, 2 de abril de 2014

Nos buscamos la vida como podemos.

Llevo ya seis meses trabajando como webcamer, y lo que en principio iba a ser algo temporal, se ha convertido en el trabajo más duradero de toda mi vida. Mi vida laboral son varios folios, llenos de contratos temporales. Más allá de la llamada flexibilidad en el mercado de trabajo, que no es más que condiciones precarias y vivir en una constante incertidumbre, yo misma he dejado muchos empleos antes de que terminaran esos contratos de tan corta duración. O no me han renovado, no porque no necesitaran más mano de obra o porque si al renovarme deberían cambiar el tipo de contratación, no; sino porque no era apta, o más bien porque no encajaba en su lógica. Si bien en el terreno académico siempre me he movido con mucha facilidad y con buenos resultados, en el terreno laboral siempre he sido un desastre: no enterarme de los cambios de horarios, llevar tiempo en un trabajo y no tener controlados todavía cosas muy básicas, mantenerme al margen de las cañas de después o de grandes quedadas, escaquearme para fumar, largarme antes de que termine mi jornada, no llegar a aparecer…

Los folios de mi vida laboral no son sólo un vivo ejemplo de la economía postfordista, también de mi propio caos personal. A pesar de ello, no sé muy bien cómo, siempre he tenido trabajo, incluso estos últimos años de cifras tan elevadas de desempleo. He sido teleoperadora, dependienta, azafata, he trabajado en el Mc Donalds, haciendo inventarios por la noche, he vendido cervezas en macrobotellones… y ahora soy una puta “virtual”.

Cuando tuve mi primer ordenador personal (el mismo todavía donde estoy escribiendo ahora) empecé a consumir porno y a chatear con desconocidos. Empecé también a tener cibersexo con muchos de esos desconocidos, a los que luego con algunos de ellos también tuve sexo “carnal”. Cuando navegaba para consumir pornografía, me aparecían webs de videochats porno, donde me picaba siempre la opción de por qué no, dedicarme a ello de manera profesional, aunque solo fuera de vez en cuando y no como ahora que le dedico media jornada laboral. Si tener cibersexo era algo con lo que disfrutaba y además me pagaban por ello… qué de puta madre ¿no? Pero siempre me tiraba para atrás, por salvaguardar mi intimidad.  Además, no necesitaba el dinero en aquel momento.

Me metí como webcamer porque me quedé sin trabajo y sin casa, en un país que no era el mío y con ahorros que me daba para un mes como mucho y viviendo muy jodidamente. Y menos mal que existe esto ahora del videochat porno en la era Internet, porque si no me hubiera visto haciendo la noche por las afueras o buscando burdeles en el periódico local. Antes de meterme en el mundo del trabajo sexual, mantenía la opinión de la libre elección y de la libertad sexual. Ahora lo rebato, y pienso que quien se mete en estos berenjenales es por necesidad económica y/o porque su vida sexual y afectiva no ha sido precisamente un camino de rosas.

El trabajo sexual es uno de los pilares del patriarcado, pero hay una especie de nueva ola en la izquierda y en el feminismo que tratan el trabajo sexual como algo incluso subversivo. ¿Qué tiene de subversivo mercantilizar la sexualidad? ¿Qué tiene de subversivo la cosificación de la mujer? ¿Qué tiene de subversivo la reproducción constante del binarismo de los roles de género?

Nos buscamos la vida como podemos. Yo cuando terminé la carrera me negué en rotundo en buscar trabajos de becaria donde por trabajar por jornada completa me diera ingresos a los sumo de 300 euros y sin cotizar. Yo como webcamer no cotizo, y gano unos 1000 euros trabajando unas 25 horas semanales teniendo que aguantar a babosos que en su mayoría tienen una visión de la sexualidad femenina totalmente distorsionada. Empecé con esto con la idea de tener ingresos hasta que encontrara un trabajo “normal”. Los jóvenes españoles migrantes que conozco aquí, en su mayoría trabajan en hostelería cobrando en negro salarios bajos. Me he acomodado a mi trabajo anormal, donde yo pongo mis horarios desde mi casa, la cantidad de horas que quiero trabajar, donde si un cliente se porta mal conmigo y ese día no ando muy complaciente le mando a tomar por culo. Donde a veces simplemente gano dinero sentada en mi ordenador teniendo una conversación agradable sin llegar ni siquiera a desnudarme, donde a veces los juegos sexuales son tan excitantes y divertidos que se detiene el tiempo. Y disfrutas, y te corres. Y te sientes realizada. Y donde piensas porqué no mercantilizar tu cuerpo escultural y tus habilidades y filias sexuales. Pero no paro de pensar en tener un trabajo normal, porque hay días que no soporto a mis clientes, que no soporto hacer planos gonzo, que no soporto que te traten como a una cosa con tetas, coño y culo pero sin cerebro y corazón. Porque no cotizo, porque mis pagos van a una tarjeta mastercard que te cobra comisiones por todo, porque cuando por casualidad una tarde que mi velocidad de conexión es baja no puedo trabajar y es una tarde perdida.


Nos buscamos la vida como podemos, pero no banalicemos el trabajo sexual. Me gustaría seguir escribiendo, pero me tiene que bajar la regla, ya es tarde y mi pensamiento racional se está apagando. 

lunes, 31 de marzo de 2014

Poema a la marihuana

Mi consumo diario de marihuana pasó a la historia (me estaba sentando muy mal), quitando alguna temporada concreta... Básicamente porque no suelo tenerla en mis manos (mejor prevenir que curar), y porque las pocas personas que conozco aquí y ahora en mi nueva patria no fuman porros, quitando a uno.

Pero sí, hoy es de esos días en los que me fumaba un buen porro tras caminar por la playa y ver el atardecer.

Qúe bonito es su color
qué agradable es su olor
y qué rico su sabor...

¡Ay quién tuviera autocontrol!






sábado, 1 de marzo de 2014

Cómo escuece la distancia entre dos cuerpos que se separan cuando uno aún quiere estar allí. 

Cosmofobia. Lucia Extebarría.


jueves, 23 de enero de 2014

Con tu misma sangre

Me sigo preguntando por qué.  Por qué yo, por qué a mí. Por qué aunque hayan pasado años te sigue robando el sueño. No recuerdo cuanto tiempo pasé sin dormir, no sé cuántos meses o cuántos años, pero sí recuerdo que me daba un miedo terrible ir a dormir. También recuerdo que me hacía de vez en cuando pis en la cama, o que tenía pesadillas en las que Eduardo Manostijeras me perseguía, y quería rasgarme con sus tijeras mis partes íntimas.

También recuerdo su pene erecto y como se masturbaba delante de mí mientras yo recogía la cocina. Recuerdo cuando jugar a los papás y a los mamás se trataba de darse besos en la boca o de echarse la siesta desnudos, yo encima suya.

Recuerdo también los últimos años que pasaba mucho tiempo en casa sola, y que disfrutaba pegándome atracones de comida mientras me tragaba toda la basura que echaban por la tele. Las merendolas las llamaba, donde me preparaba tostadas, patatas fritas, fiambre, las sobras del mediodía…engullía, engullía, engullía. Era feliz en esos momentos en los que me quedaba sola en casa y me sentaba en el sofá a comer, comer y comer.

También recuerdo que nadie de mí alrededor me hacía caso, que nadie se preocupaba por mí. Sin embargo, cuando él ingresaba en el hospital todo se volvía jodidamente dramático, el mundo giraba en torno a él y yo no era más que una niña atontada, que no espabilaba, inserta en su mundo. No sé cuántas veces podía llegar a gritarme mi madre llamándome estúpida porque yo tenía siempre muchos despistes. Para ella siempre había algo que yo hacía mal, aunque con diez años ya era capaz de fregar los retretes de la casa, dejar el salón sin una mota de polvo o preparar la comida, todo ello sin descuidar mis brillantes calificaciones académicas.


Me sigo preguntando por qué, yo tan pequeña y con tu misma sangre. 







So now is gold,
I see her wings and I’m not cold
The fear is gone
And I am ready to move on...

So now is gold,
I see her wings and I’m not cold
The fear is gone
And I am ready to move on...

(Oh oh oh oh oh oh...)

So now is gold,
I see her wings and I’m not cold
The fear is gone
And I am ready to move on...

jueves, 9 de enero de 2014

Nostalgia




Esta mañana, mientras esperaba en aquel hall de ambiente tan frío, me ha venido tu olor. Esa mezcla de tu tabaco, tu desodorante y tu sudor. Ha venido a mí ese olor. Quizás en este país fuman ese tabaco peculiar que tu fumabas. Y me ha venido a la mente las tardes de lluvia que pasaba contigo en el sofá de tu casa, cuando te acurrucabas en mi regazo y te acariciaba la cabeza con ternura. Y te he extrañado. 

Iba a tu casa casi todas las tardes para sentir tu calor. Nunca me llegaste a atraer sexualmente, pero tenía una necesidad primaria, completamente visceral de pasar el tiempo contigo. A ratos me sentía agobiada, porque me llamabas, porque querías que fuera contigo. 

Y yo iba, sin entender muy bien por qué querías compartir el tiempo conmigo y no sólo mi cuerpo. 






miércoles, 8 de enero de 2014

Mu (jer) ñeca II


Este verano publiqué una entrada con el mismo título. Desde que trabajo como web camer, cada vez soy más consciente de que la mayoría de los hombres tienen una imagen totalmente distorsionada de la sexualidad femenina y entre otras cosas creo que es por el porno. Ni loca abogo por la prohibición de la pornografía, pero está claro que la representación constante de una serie de prácticas sexuales y cuerpos en escena, terminan influenciando y mucho en la propia vivencia de la sexualidad. Muchos hombres no quieren una mujer con sus gustos propios, sus preferencias por unas cosas u otras, con su propia capacidad de acción. No, quieren muñequitas para su gozo egoísta, machista y estúpido. Por suerte no todos mis clientes son así, pero sí que hay una gran mayoría.

No todos son maleducados y machistas, pero incluso los que no lo son, suelen dejarte muy poca capacidad de acción para tu propio show. Me estás pagando, y puedes pedirme muchas cosas, para eso está el videochat, pero creo que muchos piensan que funcionas por control remoto en lugar de ser una persona de carne y hueso. Pero bueno, a fin de cuentas así es como opera la cosificación de la mujer, no es una persona de carne y hueso sino una muñeca complaciente.

Deberías tener en cuenta mi placer, así disfrutaremos los dos, así me verás disfrutar de verdad. Si lo único que haces es mandar, eres impaciente, maleducado… Sólo veras una estúpida simulación, una mala peli porno estandarizada. Si eres respetuoso, educado, me tienes en cuenta… Lo fliparás.

Hay algunos que te piden que gimas, que grites, muy alto. Caballeros, que sepan que cuando me masturbo sola, puedo controlar a la perfección los gemidos. Que sepan que no siempre estoy sola en casa y mis compañeras de piso no saben a lo que me dedico. Que sepan que si no estás muy metida todavía en el asunto, gimo quizás porque me lo pides, no porque verdaderamente lo esté sintiendo. Y aunque esté que me muera del gusto, puedo controlarlos mordiendo algo. Ahora bien, cuando me masturbo; cuando follo es otra cosa, ahí el autocontrol ya me falla.

Hay otros que te piden de repente que te metas el puño en el coño. Caballeros, quizás nada más entrar a mi sala no estoy excitada. Me considero una persona promiscua, pero te recuerdo que estoy trabajando y no siempre ando a tope porque echo horas, y tú, en ese momento estás muy cachondo, pero debes entender que es posible que yo no lo esté, por tanto, paciencia y delicadeza, y pon de tu parte para que me vaya excitando. Para hacerme un fisting, debo estar excitada, mi coño ha de estar dilatado y lubricado; te recuerdo que soy humana, no soy de silicona ni voy por control remoto. Y lo mismo para aquellos que pretenden que te metas un dildo enorme por el culo sin dilatación previa. Caballeros, si verdaderamente hiciérais estas prácticas, no seriaís tan impacientes. Y si verdaderamente las hacéis sin tener en cuenta lo que estoy diciendo, es bastante probable que se estéis cometiendo una agresión sexual.


Muñeca hinchable clásica o retro. 



 Muñeca de última generación.








martes, 7 de enero de 2014

Reflexiones postnavideñas


Cuando era pequeña me gustaban mucho las navidades, como a todos los niños imagino. Me encantaba hacer el Belén, el árbol, poner guirnaldas por las paredes… Para mí el día 5 y 6 eran mis días preferidos de año. El día 5 y sobre todo según se iba acercando la noche la ilusión y los nervios te quitaban a veces hasta el sueño. Era como si hubiera magia flotando en el ambiente. A los diez años ya la cosa me iba dejando de cuadrar y por lógica e intuición fui consciente de que los Reyes Magos eran los padres. Al final mi madre me lo terminó revelando pero yo ya lo sabía, así que en ese sentido no creo que la preocupara mucho, creo que fue así mejor.  Desde entonces empecé a alejarme de la navidad, de hecho ya con quince años dije en casa que yo no quería ningún tipo de decoración navideña en la casa. Ya no es que me alejara de la navidad, es que me resultaba nauseabunda por el consumismo y la hipocresía. De todas formas, me seguían gustando las navidades porque estaba la fiesta de Nochevieja de por medio, las comidas con compañeros de clase, con amigos… Pero a partir de los veinte, el odio por el consumismo y la hipocresía ya no era odio, si no absoluta indiferencia, así que como las comidas con compañeros de clase, las cenas de trabajo y la fiesta de Nochevieja.   


Estas navidades han sido peculiares porque no he tenido adornos, ni cenas de empresa, ni encuentros con familiares y amigos que están lejos. Estas navidades he estado sola en casa, aunque sí que he tenido mi cena de Nochebuena y mis fiesta de Nochevieja en compañía. A pesar de ello, no he echado en falta las convenciones navideñas sean del tipo que sean. Ya no me ilusionan ni los reencuentros navideños ni las esperanzas del año venidero, ni me preocupa que no me transmitan nada. 

jueves, 2 de enero de 2014

Fe de erratas.

Aunque algunos sean unos verdaderos capullos, otros son la esperanza personificada.
Me habéis devuelto la libido, y lo que es más importante, la fe.

- ¿De dónde eres?

- De tu cuerpo

- ¿Follamos?