jueves, 8 de septiembre de 2011

Aires.



Me queda una semana para despedirme de Madrid, de sus calles, de su gente. Son ya muchos colegas los que han ido y venido, yo he ido y venido de Madrid hace años también, pero en verdad, Madrid es mi ciudad.

Llevaba ya tiempo deseando un cambio de aires, lo necesito de verdad, pero echaré mucho de menos a Madrid y todo lo que ello supone. Ahora mismo no soy consciente de ello, pero lo seré.

La verdad que mi forma de vida va a cambiar bastante y voy a tirarme a la piscina. Voy a pasar de vivir en la gran urbe atestada de coches, de humos, de gente…a vivir en una capital de provincia de doscientos mil y pico habitantes. El tiempo y el dinero se van a multiplicar, dos bienes escasos de la postmodernidad en general y de una gran ciudad en particular. Voy a estar a minutos andando de la facultad, del trabajo, de colegas…mi día a día ya no se va a componer de la exogamia y del individualismo, sino de la endogamia, del colectivismo… me voy a vivir a una casa de mujeres donde todos los espacios son comunes…

Pienso que quizás todo ello pueda agobiarme, acostumbrada a la independencia, a la soledad.

sábado, 3 de septiembre de 2011

¿Lo venidero?


Bueno, ya me queda poquito para dejar la ciudad en la que llevaba viviendo ya seis años… y en principio me volvería para junio, pero no sé qué haré el verano que viene, quizás me quede allí a veranear también, quien sabe.

Y ya terminar, licenciada. Tengo que empezar ya a busca másteres. Todavía no me he decidido en uno en concreto, pero sé que quiero hacerlo sobre feminismo, y he echado un vistazo a más bien pocos, pero bueno, todavía hay tiempo para hacer las cosas con tranquilidad, y ahora mismo mi cabeza está a miles de cosas a la vez, y me cuesta mucho centrarme, y ahora me llegan tres exámenes para septiembre, cuando yo o iba limpia a septiembre o si eso sólo una asignatura, pero no, este septiembre estoy con tres asignaturas.

Y de sopetón también darte cuenta de muchas cosas…de saber qué me voy a encontrar…Recuerdos que quizás vuelvan a materializarse, y me ha pillado totalmente desprevenida…pero al final lo de dentro vence a lo de la cabeza. Tanto tiempo lo de dentro y la cabeza peleándose, quiero que llegue el momento de que termine la batalla, y quiero que gane lo de dentro y no la cabeza.

Mientras voy desperdiciando un poco el tiempo, como esta tarde. Tenía que estudiar y he pasado, tenía que recoger la casa y también…terminé contrato el 31 de agosto y también tengo que ir buscando otra vez trabajo…

Y mientras también, leyendo entre líneas sentimientos y emociones ajenos, tangibles en palabras…y ver sus cuerpos en fotografías.

Quien sabe, quizás los recuerdos no se queden en recuerdos sino que continúa nuestra narración, o quizás sólo se queden en simples recuerdos.