jueves, 23 de enero de 2014

Con tu misma sangre

Me sigo preguntando por qué.  Por qué yo, por qué a mí. Por qué aunque hayan pasado años te sigue robando el sueño. No recuerdo cuanto tiempo pasé sin dormir, no sé cuántos meses o cuántos años, pero sí recuerdo que me daba un miedo terrible ir a dormir. También recuerdo que me hacía de vez en cuando pis en la cama, o que tenía pesadillas en las que Eduardo Manostijeras me perseguía, y quería rasgarme con sus tijeras mis partes íntimas.

También recuerdo su pene erecto y como se masturbaba delante de mí mientras yo recogía la cocina. Recuerdo cuando jugar a los papás y a los mamás se trataba de darse besos en la boca o de echarse la siesta desnudos, yo encima suya.

Recuerdo también los últimos años que pasaba mucho tiempo en casa sola, y que disfrutaba pegándome atracones de comida mientras me tragaba toda la basura que echaban por la tele. Las merendolas las llamaba, donde me preparaba tostadas, patatas fritas, fiambre, las sobras del mediodía…engullía, engullía, engullía. Era feliz en esos momentos en los que me quedaba sola en casa y me sentaba en el sofá a comer, comer y comer.

También recuerdo que nadie de mí alrededor me hacía caso, que nadie se preocupaba por mí. Sin embargo, cuando él ingresaba en el hospital todo se volvía jodidamente dramático, el mundo giraba en torno a él y yo no era más que una niña atontada, que no espabilaba, inserta en su mundo. No sé cuántas veces podía llegar a gritarme mi madre llamándome estúpida porque yo tenía siempre muchos despistes. Para ella siempre había algo que yo hacía mal, aunque con diez años ya era capaz de fregar los retretes de la casa, dejar el salón sin una mota de polvo o preparar la comida, todo ello sin descuidar mis brillantes calificaciones académicas.


Me sigo preguntando por qué, yo tan pequeña y con tu misma sangre. 







So now is gold,
I see her wings and I’m not cold
The fear is gone
And I am ready to move on...

So now is gold,
I see her wings and I’m not cold
The fear is gone
And I am ready to move on...

(Oh oh oh oh oh oh...)

So now is gold,
I see her wings and I’m not cold
The fear is gone
And I am ready to move on...

jueves, 9 de enero de 2014

Nostalgia




Esta mañana, mientras esperaba en aquel hall de ambiente tan frío, me ha venido tu olor. Esa mezcla de tu tabaco, tu desodorante y tu sudor. Ha venido a mí ese olor. Quizás en este país fuman ese tabaco peculiar que tu fumabas. Y me ha venido a la mente las tardes de lluvia que pasaba contigo en el sofá de tu casa, cuando te acurrucabas en mi regazo y te acariciaba la cabeza con ternura. Y te he extrañado. 

Iba a tu casa casi todas las tardes para sentir tu calor. Nunca me llegaste a atraer sexualmente, pero tenía una necesidad primaria, completamente visceral de pasar el tiempo contigo. A ratos me sentía agobiada, porque me llamabas, porque querías que fuera contigo. 

Y yo iba, sin entender muy bien por qué querías compartir el tiempo conmigo y no sólo mi cuerpo. 






miércoles, 8 de enero de 2014

Mu (jer) ñeca II


Este verano publiqué una entrada con el mismo título. Desde que trabajo como web camer, cada vez soy más consciente de que la mayoría de los hombres tienen una imagen totalmente distorsionada de la sexualidad femenina y entre otras cosas creo que es por el porno. Ni loca abogo por la prohibición de la pornografía, pero está claro que la representación constante de una serie de prácticas sexuales y cuerpos en escena, terminan influenciando y mucho en la propia vivencia de la sexualidad. Muchos hombres no quieren una mujer con sus gustos propios, sus preferencias por unas cosas u otras, con su propia capacidad de acción. No, quieren muñequitas para su gozo egoísta, machista y estúpido. Por suerte no todos mis clientes son así, pero sí que hay una gran mayoría.

No todos son maleducados y machistas, pero incluso los que no lo son, suelen dejarte muy poca capacidad de acción para tu propio show. Me estás pagando, y puedes pedirme muchas cosas, para eso está el videochat, pero creo que muchos piensan que funcionas por control remoto en lugar de ser una persona de carne y hueso. Pero bueno, a fin de cuentas así es como opera la cosificación de la mujer, no es una persona de carne y hueso sino una muñeca complaciente.

Deberías tener en cuenta mi placer, así disfrutaremos los dos, así me verás disfrutar de verdad. Si lo único que haces es mandar, eres impaciente, maleducado… Sólo veras una estúpida simulación, una mala peli porno estandarizada. Si eres respetuoso, educado, me tienes en cuenta… Lo fliparás.

Hay algunos que te piden que gimas, que grites, muy alto. Caballeros, que sepan que cuando me masturbo sola, puedo controlar a la perfección los gemidos. Que sepan que no siempre estoy sola en casa y mis compañeras de piso no saben a lo que me dedico. Que sepan que si no estás muy metida todavía en el asunto, gimo quizás porque me lo pides, no porque verdaderamente lo esté sintiendo. Y aunque esté que me muera del gusto, puedo controlarlos mordiendo algo. Ahora bien, cuando me masturbo; cuando follo es otra cosa, ahí el autocontrol ya me falla.

Hay otros que te piden de repente que te metas el puño en el coño. Caballeros, quizás nada más entrar a mi sala no estoy excitada. Me considero una persona promiscua, pero te recuerdo que estoy trabajando y no siempre ando a tope porque echo horas, y tú, en ese momento estás muy cachondo, pero debes entender que es posible que yo no lo esté, por tanto, paciencia y delicadeza, y pon de tu parte para que me vaya excitando. Para hacerme un fisting, debo estar excitada, mi coño ha de estar dilatado y lubricado; te recuerdo que soy humana, no soy de silicona ni voy por control remoto. Y lo mismo para aquellos que pretenden que te metas un dildo enorme por el culo sin dilatación previa. Caballeros, si verdaderamente hiciérais estas prácticas, no seriaís tan impacientes. Y si verdaderamente las hacéis sin tener en cuenta lo que estoy diciendo, es bastante probable que se estéis cometiendo una agresión sexual.


Muñeca hinchable clásica o retro. 



 Muñeca de última generación.








martes, 7 de enero de 2014

Reflexiones postnavideñas


Cuando era pequeña me gustaban mucho las navidades, como a todos los niños imagino. Me encantaba hacer el Belén, el árbol, poner guirnaldas por las paredes… Para mí el día 5 y 6 eran mis días preferidos de año. El día 5 y sobre todo según se iba acercando la noche la ilusión y los nervios te quitaban a veces hasta el sueño. Era como si hubiera magia flotando en el ambiente. A los diez años ya la cosa me iba dejando de cuadrar y por lógica e intuición fui consciente de que los Reyes Magos eran los padres. Al final mi madre me lo terminó revelando pero yo ya lo sabía, así que en ese sentido no creo que la preocupara mucho, creo que fue así mejor.  Desde entonces empecé a alejarme de la navidad, de hecho ya con quince años dije en casa que yo no quería ningún tipo de decoración navideña en la casa. Ya no es que me alejara de la navidad, es que me resultaba nauseabunda por el consumismo y la hipocresía. De todas formas, me seguían gustando las navidades porque estaba la fiesta de Nochevieja de por medio, las comidas con compañeros de clase, con amigos… Pero a partir de los veinte, el odio por el consumismo y la hipocresía ya no era odio, si no absoluta indiferencia, así que como las comidas con compañeros de clase, las cenas de trabajo y la fiesta de Nochevieja.   


Estas navidades han sido peculiares porque no he tenido adornos, ni cenas de empresa, ni encuentros con familiares y amigos que están lejos. Estas navidades he estado sola en casa, aunque sí que he tenido mi cena de Nochebuena y mis fiesta de Nochevieja en compañía. A pesar de ello, no he echado en falta las convenciones navideñas sean del tipo que sean. Ya no me ilusionan ni los reencuentros navideños ni las esperanzas del año venidero, ni me preocupa que no me transmitan nada. 

jueves, 2 de enero de 2014

Fe de erratas.

Aunque algunos sean unos verdaderos capullos, otros son la esperanza personificada.
Me habéis devuelto la libido, y lo que es más importante, la fe.

- ¿De dónde eres?

- De tu cuerpo

- ¿Follamos?