viernes, 2 de febrero de 2018

Es sólo una pesadilla.

Me empuja sobre la cama. Está enfurecido y no para de blasfemar. Yo grito presa del pánico pero soy incapaz de salir de ahí, el es más fuerte que yo y consigue agarrarme y esposarme a las barras de la litera. Mirándome con un odio descomunal comienza a violarme. Yo chillo.

Me despierto. Me despiertan mis propios gritos del sueño, gritos que salen de mi garganta en la realidad. Me despierto de repente desconcertada y muy asustada. Pero en mi cama real, y no en la del sueño. En mi habitación sólo estoy yo. Mi hermano no está.

Es sólo una pesadilla. Respira, estírate, abrázate, llora y vuélvete a dormir.



Amor ciego

Te busco entre las sábanas y no te encuentro
Te quiero y no te merezo
Y por más que intente olvidarte sigo presa de tu recuerdo

Dando palos de ciego