Mírame a la cara y deja de contar tantas batallas que estoy aburrida de tus hechos mas que de tus palabras átate mas fuerte alrededor de tu cuello el nudo de la corbata y no me sigas comiendo que ya no me creo nada Eres el sapo del cuento, el que saquea por dentro los sueños ajenos el primero de la fila, el pelota impertinente que nos vende y no es amor, ya ves, lo que siento por ti ni tampoco me apetece ser felpudo pa tus pies Como gotas de sangre a jirones tu pena que pa cuando te di la luna ya estaba marchita y el sueño de fuego es ahora ceniza Sabes que haces daño cuando das el puño y no la mano vas dejando cicatrices donde pones el zapato y respirar sin ti no puede ser malo y poner el mundo a andar para otro lado no puede ser malo Como gotas de sangre a jirones tu pena que pa cuando te di la luna ya estaba marchita y el sueño de fuego es ahora ceniza
Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré al mundo. Me adaptaré a mí misma. (Anaïs Nin)
sábado, 3 de diciembre de 2011
El sapo del cuento.
Llevo cosa de casi un par de meses que escucho muy a menudo esta canción. Incluso varias veces al día.
Y ayer dijo adiós, a lo mejor sólo por un tiempo, quien sabe. Esto no viene a cuento porque El Drogas diga adiós, sino por la canción. O quizás aprovechar un poco de cada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario