lunes, 21 de octubre de 2013

Feminización de la precariedad y pornificación del trabajo: de cuidadora interna a modelo web cam


Hace ya poco más de un mes que hice las maletas para mudarme al fucking United Kingdom con la intención de aprender inglés y hacer algo con mi vida, ya que este último año estaba estancada en todos los niveles (personal, sexual, laboral, social…) y veía que seguir así no me llevaba a ninguna parte, que necesitaba urgentemente un cambio de aires por el bien de mi salud mental.  El poco tiempo que llevo (ya estuve hace unos años de viaje pero no es lo mismo) me ha servido para cerciorarme de que son ciertos los tópicos que hay hacia este país: no para de llover y apenas sale el sol, la vida en la calle es ínfima, la comida apesta y las drogas tanto legales como ilegales son caras de narices. A pesar de toda la basura que rodea a este país, ahora mismo estoy bastante satisfecha, y eso que mi vida aquí tuvo que pegar un giro de trescientos sesenta grados de la noche a la mañana.

Antes de marcharme, estuve unos meses dándole vueltas a la idea de irme a Reino Unido o a Irlanda para aprender inglés y tener algo que hacer con mi vida. Este idioma se ha vuelto demasiado imprescindible a día de hoy, y no sólo por motivos académicos y laborales. En principio no me hacía mucha gracia trabajar como au pair, ya que no estoy habituada a tratar con niños y el vivir con una familia (ya demasiado tengo con la mía) no me hacía mucha gracia. Pero mis ahorros eran ridículos como para irme a la aventura a buscar trabajo, dependiendo a donde fuera y como me fueran las cosas sería bastante probable que no durara ni un mes, así que finalmente me decidí por el trabajo de au pair, ya que te dan alojamiento con todos los gastos cubiertos, alimentación, y una paga de setenta libras semanales por trabajar media jornada. No tenía más opciones y no pintaba tan terrible.

Pues bien, finalmente no duré ni tres semanas, la familia me echó de la noche a la mañana, sin apenas explicaciones, y con una actitud fría y clasista. Estaba a gusto con mi rutina, una vida bastante monacal, y por eso tranquila, a pesar de que era repetitiva y consistía básicamente en hacer las tareas del hogar y estar al tanto de los críos. Tuve que volver a hacer las maletas y pensar en qué carajo iba a hacer ahora, ya que me quedé tanto sin trabajo como sin casa. Esa misma tarde pensé en por qué no, ser modelo de web cam. El día del “despido” y el venidero fueron bastante deprimentes, no paraba de llorar y de darle vueltas a la cabeza. Una amiga de aquí a la que apenas conocía me abrió las puertas de su casa y pude estar allí durante unos días. En menos de una semana me instalé en mi propia casa y a los pocos días comencé a trabajar como modelo web cam. Antes de empezar, pensé que era buena idea, ya que era algo en lo que podía empezar de manera inmediata, ya que por aquí aunque las cifras de paro no sean tan escandalosas como las españolas, también están mal, y mi nivel de inglés es muy bajo, por tanto la posibilidad de encontrar trabajo podría demorarse, y no me podía permitir ese lujo ya que estaba (y estoy hasta que no cobre) sin blanca.

Me gustaba mi vida monacal, pero me chirriaba lo jodidamente clasista que era la familia con la que vivía. Era de esa gente que se creen que están por encima del bien y del mal por el mero hecho de tener dinero. Cuando la madre me echó la tendría que haber dicho “seras rica, pero a guarra no te gana nadie, menos mal que he llegado yo para quitar toda la porquería que inundaba la casa, cerda”. Era plenamente consciente de que se respiraba un aire hipócrita de respeto, era consciente de que era chacha y niñera interna, que cobraba en negro, y que cobraba una miseria teniendo en cuenta la pasta que tenían. Cuando la situación económica es mala, o incluso cuando es buena pero eres de clase trabajadora, como mujer sólo tienes un par de opciones: la limpieza y los cuidados o ser puta. Nunca me he considerado de clase trabajadora, y eso que en mi familia no abunda el capital económico, pero sí que tengo más que suficiente capital social y cultural. Elegí el trabajo de au pair porque no tenía más opciones, y ahora estoy de modelo web cam porque tampoco tengo más opciones. Ahora bien, para nada lo digo como algo trágico, estoy a gusto y cómoda, pero no deja de ser un trabajo y también tiene sus inconvenientes.






1 comentario:

Anónimo dijo...

¿se puede saber la página?
enhorabuena