Hoy me he metido en Internet y lo
que más he visto por las redes sociales son parodias y críticas a un anuncio de
Desigual, un anuncio que todavía no he visto en la tele pero si varias veces
por Internet para intentar destripar el discurso. ¿Qué el anuncio es tontorrón,
frívolo y malo? Pues claro, pero como toda la publicidad. Lo que no entiendo
todavía es el revuelo que se ha montado con estos anuncios en concreto. Lo único que veo de sexista es la obsesión de
ir probando modelitos (algo que yo reconozco que hago en privado, y que para
ello tengo un espejo más grande que yo en mi habitación). A lo mejor suena absurdo que tu plan para 2013
sea follarte a tu jefe, aun así mucho
mejor plan que el de otras personas, donde va a dar, yo que de momento
por no tener no tengo ni plan de Nochevieja, que ni me importa oiga, ya que
desde el año pasado decidí pasar esa noche durmiendo en mi camita y voy a
repetir este año.
Las críticas feministoides son
bastante superficiales, pero como todo aquello que se exponga a las plataformas
de las redes sociales, donde es imposible que se construyan debates
interesantes y se expongan de manera coherente un discurso argumentado debido a
los límites que imponen las redes sociales por su formato. Leo cosas del
estilo: “qué asco da el anuncio de Desigual”, “es sexista y cargado de
estereotipos”. Para estereotipos las palabras de tu discurso, que lo único que
tienen son cuatro conceptos típicos sin ningún tipo de explicación. Porque de
verdad, no entiendo que se arme un escándalo por esto, que se tomen hasta la
molestia de hacer parodias. Las parodias que he visto son tanto de feministoides
como de machos alfas, cada cual más ridículo.
Quizás vean sexista que las tipas
que salgan estén de buen ver (como siempre en la publicidad), nada nuevo. Pero
cuando sale el tema del físico y la belleza siempre me pregunto si es que las
guapas tienen una vida más fácil o no pueden ser feministas. Esas grandes odas
a la fealdad y críticas a lo que se considera bello y normativo que hay desde
según qué sectores del feminismo nunca las he entendido ni las he defendido. La
libertad de cuerpos y conciencias digo yo que debe llegar a todo el mundo, sean
personas feas, bellas, horrorosas o regulares (adjetivos desde un prisma
hegemónico, claro). Aceptación de ti mismo por ti mismo (eso lo primero), y
tolerancia hacia ti por parte de las demás, así de sencillo.
Estos discursos rancios por parte
de feministoides me recuerdan al feminismo antisexo que sigue estando presente
en nuestros días, las feministas que quieren prohibir la pornografía y la
prostitución amparándose en el conservadurismo y la sexofobia más vomitiva.
Además, que ya estoy muy harta de tanta quejica, de tanto lloriqueo, de tanto
victimismo, de tanta vanguardia feministoide que dicen que tienen o no tienen
que hacer las mujeres. “No quiero tu piropo, quiero tu respeto”, otra cosa que
está presente en las redes sociales. ¿Es que acaso hablas tú por todas las
mujeres? Me dan ganas de hacerme una página en Facebook que se llame “Quiero tu
insulto, no quiero tu respeto” con la foto de una buenorra a cuatro patas y
envuelta en correas de bondage.
Para terminar un anuncio que
siempre me pareció asqueroso, pero no dio tanto que hablar como el de Desigual.
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