martes, 30 de octubre de 2012

Adolescencia a flor de piel


Cierta noche, cuando Mark Peters salía del coche, notó que alguien le agarraba la pierna. Al bajar los ojos vio a Sarah Sheed, que le confesó que estaba tan loca por Trip que no podía andar siquiera. Todavía no se le ha borrado el pánico que sintió al ver a aquella chica tan fuerte y tan sana famosa por el tamaño de sus senos, caminando como una tullida por la hierba cubierta de rocío. 
 
*** 
Mientras hacían el acto los reflectores recorrieron el campo, pasaron por encima de ellos e iluminaron el poste de la portería. A la mitad Lux dijo:
 
-          Yo siempre lo fastidio todo, siempre. – Y se echó a llorar.
Trip Fointaine apenas nos contó más. Le preguntamos si la había acompañado al coche, pero nos dijo que no.
-          Yo volví andando a casa y no me preocupó como volvía ella a la suya. Simplemente me marché… - Después añadió-. Es muy extraño… me refiero a que la chica me gustaba, me gustaba de veras. Y en aquel momento me haré de ella. 
Las vírgenes suicidas. Jeffrey Eugenides

No hay comentarios: