Si me remonto a unos cuantos meses
atrás en el tiempo y me sitúo y me comparo con mi situación actual, me doy
cuenta de los cambios tan positivos que ha habido dentro de mí. Sí, reconozco
que soy de naturaleza pesimista, depresiva incluso, y de vez en cuando tengo
unos subidones de adrenalina que me hacen ver el mundo de una manera
radicalmente diferente a cómo lo veía horas atrás, pero también hay etapas
vitales más oscuras y otras más luminosas. Ahora me sitúo en una etapa
luminosa, me siento más proactiva, estoy más proactiva, aunque todavía me queda
todo un camino por recorrer. No sé cual será ese camino, quizás sea tortuoso
como en el pasado, pero no tanto, porque huele a esperanza. También se dan unas
circunstancias muy favorables, pero qué es sino vivir, no es más que suerte en
muchas ocasiones.
Sigo teniendo miedos y
contradicciones como todo ser humano, pero es jodidamente gratificante el haber
cicatrizado algunas heridas. Ya no siento tantos escalofríos, ni me quedo
paralizada, tampoco quedo indiferente al dolor que se me ha provocado, tiendo a
hacer ejercicios de respiración en lugar de autolesionarme…
Estoy empezando a vivir mi vida de
una puta vez.
3 comentarios:
me alegra leer eso nena....
ivan-ilich ;-)
¿Cómo te va?
MUY BIEN EN TODOS LOS SENTIDOS NENA, CURRANDO MUCHO PERO TAMBIEN CON TIEMPO DE TRANQUI PARA LA FAMILY.
BESOTES
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