jueves, 24 de noviembre de 2011

Mi cabeza.



No sé que hay dentro de mi cabeza. La realidad y la ficción se entremezclan, muchas veces no las distingo.

Lo bueno, lo malo, lo real, lo fantástico vuelan a sus anchas y terminan saliendo en forma de palabras.

Hay obsesiones que no cesan, me persiguen, día y noche, día tras día, año tras año.

Cuando siento mi cuerpo, siento mi cuerpo, cuando la mente se dispara, sólo siento los pensamientos. Es la primera vez que mi cuerpo y mi cabeza se disparan a la vez.

Y lo más raro, es que a pesar de que mi cuerpo se ha hallado durante cuatro horas a la pasión más salvaje, al placer que hace daño, a las cadenas de orgasmos infinitos, a los besos, a los abrazos, a los susurros, a las caricias, a las lágrimas...mi cabeza funcionaba.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que debes hacer es mirar a tu ventana y observar donde estás, pensar como estás y con quien estás, decirte a ti misma la situación real.

Esperando el siguiente, siempre mas bueno que el último.

No soy Ivan noseque.

Afrodita dijo...

Miro a mi ventana y sólo veo un patio de luces oscuro y con paredes grises por la huella del tiempo.