Me despierto. Me despiertan mis propios gritos del sueño, gritos que salen de mi garganta en la realidad. Me despierto de repente desconcertada y muy asustada. Pero en mi cama real, y no en la del sueño. En mi habitación sólo estoy yo. Mi hermano no está.
Es sólo una pesadilla. Respira, estírate, abrázate, llora y vuélvete a dormir.